Actualidad
El papel del microbioma en el control de la diabetes

Alrededor de 830 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes, la mayoría de ellas en países de ingresos bajos y medios. La diabetes mellitus, a menudo conocida simplemente como diabetes, es un grupo de enfermedades endocrinas comunes que se caracterizan por niveles elevados y sostenidos de azúcar en sangre. La diabetes se debe a que el páncreas no produce suficiente insulina o a que las células del cuerpo dejan de responder a los efectos de la hormona.
Las investigaciones actuales muestran una conexión relevante entre la microbiota intestinal y el control de los niveles de azúcar en sangre. Comprender esto puede ayudar a controlar mejor los niveles de glucosa. Estas son algunas de las principales razones:
1. Mejora de la sensibilidad a la insulina
Un microbioma intestinal saludable genera ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como acetato, propionato y butirato, que son subproductos de la fermentación de la fibra. Los AGCC mejoran la sensibilidad a la insulina al reducir la inflamación y regular mejor el equilibrio energético celular.
2. El eje intestino-cerebro
Los microbios intestinales interactúan con el cerebro a través del eje intestino-cerebro, lo que influye en el hambre, la saciedad y el gasto energético. Esta conexión desempeña un papel crucial en la regulación del apetito y los niveles de glucosa al afectar a hormonas como el GLP-1 (péptido similar al glucagón-1), que es esencial para el metabolismo de la glucosa.
3. Prevención del “intestino permeable”
Un revestimiento intestinal comprometido, comúnmente conocido como “intestino permeable”, permite que las toxinas y las bacterias dañinas ingresen al torrente sanguíneo. Esto puede desencadenar una inflamación sistémica, que afecta negativamente la sensibilidad a la insulina. Mantener un microbioma intestinal equilibrado ayuda a fortalecer la barrera intestinal, reduciendo así este riesgo.
4. Modulación del sistema inmunológico
La disbiosis, o un desequilibrio de las bacterias intestinales, puede desencadenar respuestas inmunitarias que causan inflamación crónica, un factor significativo en la resistencia a la insulina. Un microbioma intestinal diverso ayuda a regular esta actividad inmunitaria, lo que promueve una mejor salud metabólica.
Las personas con diabetes tipo 2 a menudo tienen una diversidad microbiana reducida y una menor cantidad de bacterias beneficiosas. Por el contrario, se ha demostrado que las dietas ricas en prebióticos, probióticos y fibra restablecen el equilibrio microbiano y mejoran el control de la glucosa.
A medida que aumenta el conocimiento científico sobre el microbioma, las soluciones como los probióticos específicos y la nutrición personalizada se vuelven cada vez más viables. DARWIN puede ser tu socio para desarrollarlas. Contáctanos hoy para descubrir cómo.